Lentejas sin piel

A veces con los años, una se cuestiona qué es lo que realmente merece la pena en nuestro día a día, pelearse con los niños por no querer comer ni ver la verdura en sus platos (con el consiguiente dolor de cabeza, ida a la farmacia y gastar dinero en medicinas) o apartar las verduras que componen nuestros menús de platos importantes, pasarlos por la batidora e incorporarlos a la olla ... con el consecuente espesamiento del caldo, y el sabrosísimo sabor que le aporta al conjunto del plato. En una ocasión mi mami adoptiva me dijo:

- "Nena, tropezar y no caer, adelantar paso es. Así que, saber salir heroíca de las mayores guerras con inteligencia y sin llantos, es la mejor victoria".

Y como soy muy, muy obediente me aprendí muy bien la lección, y hasta hace muy poco me dio muy buenos resultados, incluso premiaba a mis hijos con poder elegir el menú completo de todo el Viernes, si durante la semana no protestaban de ningún menú diario; y esto lo he llevado a cabo más de 15 años con excelentes resultados ... hasta que mi peque me descubrió un día sacando la verdura de las lentejas, pasarlas e incorporarlas de nuevo a la cazuela ... AJJJJJJJJJ  aquel día tuve que volver a la farmacia, pero a sabiendas de que me había ahorrado muchos años de irritaciones y generosos dolores de cabeza. Está claro que como dice mi sobrina Auri, solo hay que sacar las armas de lucha (un completo Kit, del que otro día os hablaré), cuando ya se han agotado las vías del diálogo. Así que me armé de remuchisísima paciencia intentando explicarle que si solo por saber lo que llevaba ya no le gustaba, cuando llevaba toda la vida comiéndolo. 

- "Pues, no". Eso me dijo. Que ya no le gustaba.

 ...Ayshhhhh divina paciencia, bendíceme con plena y eterna sabidura que en un día termino con la caja de pastillas que salí a comprar ...

Después de mucho dialogar (y embutirme entre almohadas para sucumbir a los daños ocasionados por la caída) llegamos al punto incial de la estrategia planeada hace quince años, porque como me dijo  Pilar (mi mami adoptiva) tropezar y no caer ... adelantar paso es ... Aunque mencionó el factor inteligencia, se le olvidó el de la paciencia ...

Y como a mí gusta encontrarme la zanahoria y la cebollita ... pues me lo aparto antes.

Este tipo de lentejas peladas, son aptas para los que tienen algún tipo de intolerancia a la piel de las legumbres. Las compro en Carrefour y son de la marca  "El Hostal". También las compraba en Mercadona, pero entre unas y otras, prefiero las del Hostal, quizás sean un poco menos económicas, pero son las que nos gustan en casa. Es cierto que se deshacen al cocerse por no llevar la cobertura de la piel, pero necesitamos tener cubierta nuestro aporte de leguminosas semanal , y eso sí que es importante y prioritario.

Ingredientes:
Agua.
400 grs de magro de cerdo.
1/2 cebolla.
1/2 tomate.
1/2 pimiento verde.
1 ajo pelado.
1 hoja de laurel (no es imprescindible si le tienes "guerra" al laurel).
Hebras de azafrán.
Puntilla del cuchillo, de Pimentón de la Vera.
Sal.
4 Patatas medianas.
300 grs de lentejas peladas.

Preparación:

Poner agua fría en una cazuela, suficiente para cubrir las patatas. Con el agua fría añadir el magro, la cebolla, el tomate, el pimiento, el ajo, la hojita de laurel, las hebras de azafrán o colorante amarillo, el pimentón de la Vera y la sal.

Dejar hervir todo 15 minutos.
Añadir las patatas semi-tronchadas y a continuación las lentejas peladas.

Tener siempre una jarrita con agua caliente por si hiciera falta añadir más, ya que al ser peladas, se deshacen y toman una consistencia parecida al puré (ideal para los peques, yayitos ... y los que utilizamos brackets).

Nota: Un buen trocito de choricito y morcilla de arroz, le vendrían que ni "pintáo" ... pero ya estamos en proceso de poder volver a entrar en los vaqueros del invierno ... así que hoy, me ... y ... he sacrifcado a todos los de casa. De verdad que ha sido por una buena causa ... necesito reciclar mis vaqueros por otro invierno más.