Tagliatelle nero al pil-pil ...Cintas de sepia al pil-pil

La elaboración básica de esta receta me la enseñó mi hermana mayor, tradicionalmente llamada en mi casa "la señora del tú-tú".

Mi hermana y yo nos conocimos en un autobús, hacíamos todos los días y a la misma hora, el mismo recorrido ... bueno ella se bajaba una parada antes que yo, con sus tres bellísimos hijos. Aquel desapacible día  de invierno mis ojos buscaban a aquella mamá con sus tres hijos "... no llegan ... no llegan ... el autobús se va y tendrán que esperar durante una hora al siguiente, con la noche que está."Y de repente aparece mamá osa con sus tres maravillosos oseznos, todos con las caras rojitas por el frío, la lluvia y la carrera. Sólo quedaban dos asientos y uno de ellos estaba detrás del mío. La osita pequeña me miró y sus ojos, me pidieron. Sabía de sobra, que asiento para esos niños no iba a faltar, pero también estaba escuchando la mirada de Cristina. Mamá osa sentó a Jose Ángel en uno de los asientos (era el mayor). Pero Cristina seguía pidiéndome sentarse conmigo. Así que me volví y le pregunté a mamá osa, "discúlpeme ¿sería posible que la niña pudiera ir conmigo?". Los ojazos de Cristina se abrieron (si todavía cabía que pudieran ser más grandes) y su maravillosa sonrisa iluminó nuestra amistad para siempre. Ante aquella visión, mamá osa aceptó mi ofrecimiento, a sabiendas que había sido la niña quién había pedido sentarse en mis piernas, y así Raúl el mediano se sentó con mamá osa. Esto sucedió hace dieciocho años y aunque distanciadas en espacio, seguimos juntas en el autobús ... aunque ya no lo cojamos, las necesidades de nuestros hijos cambian y por supuesto las nuestras también. Hoy por hoy "mi Cristi" es una pintora maravillosa, con una visión y espectativa, todavía no conocidas. No sabría decir si es mayor la belleza de su alma o la belleza que la envuelve, es singularmente "especial". Quizás un día os enseñe el cuadro que nos regaló con trece años. La siega de un campo de trigo por campesinos y campesinas ... de una belleza emocionalmente espectacular (soy una Heidi) y por supuesto con su toque personal.

Mamá osa, mi hermana mayor, la señora del tú-tú, es otra de esas piedras madres (joyas) de mi vida. Me siento tan afortunada de tener lo que tengo, cada etapa de mi vida la marca alguien a mi lado, y es por ello por lo que siento que en esta vida hay angelitos que te buscan y te facilitan el camino, en el mío ha habido y hay muchos. Creo que necesitaría un montón de vidas extras para poder agradecerlo adecuadamente.

La primera vez que vi a mi hermana preparar este plato, lo hizo así:

Ingredientes:

Agua

Sal.

1/2 Kg de gambas (carne y pieles por separado).

Pasta al huevo, fresca, al nero, ...

Aceite.

4 dientes de ajos picaditos.

Guindilla (yo la pongo en polvo).

6 palitos de mar (cortadas en rodajitas, para que al abrirse, parecieran espaguettis de colores).

Pimentón dulce de la Vera.

1 pastilla de caldo Avecrem.

Perejil.

Preparación:

Hacer un fumet, con el agua, la sal y las pieles y cabezas de las gambas. Reservar el caldo.

En ese caldo coceremos la pasta (quitándole un par de minutos de cocción) y una vez cocida la escurrimos y también reservaremos un poco del caldo.

En una sartén calentamos el aceite, sofreimos ajos, y añadimos guindilla. Seguido las gambas, las rodajitas de palitos de mar (abiertos) ponemos la pasta cocida, pimentón, la pastilla de avecrem. 

Mezclamos todos los ingredientes intentando evitar que se puedan pegar al fondo ... y si sucede esto ... le pondremos un poco del fumet de haber cocido también en él, la pasta.

Por último el perejil.

Nota: yo esta vez utilicé pasta de sepia y omiti los palitos de mar.  Como véis el plato no desmereció nada, aunque así ya tenéis la receta original de la señora del tú-tú.

Para ti, preciosa.