Tarta hadita en un mundo de estrellas

¿Quién ha dicho que con "taitantos" ... no podamos sentirnos hadit@s en este mundo lleno, lleno, lleno de lindas estrellas?

A mi me encanta sentarme a observar cómo se mueve el mundo y todo lo que le rodea, me siento chiquitita, chiquitita entre tanto elemento, pero me hace reflexionar en cómo siendo seres independientes ... antes o después, todos absolutamente todos, dependemos del otro ... ya sea directa o indirectamente, y me hace valorar esos "buenos días" ... "buenas tardes" ... "buenas noches", cuando los recibo de un desconocido ... me hace sentir que en su día, mañana, tarde o noche ... es feliz o que al menos ha podido sentirse feliz al recoger la enorme sonrisota con la que le he recibido en sus "buenas ...".

¡Qué fácil es alargar la comisura de nuestros labios cuando alguien nos sonríe!

¡Qué fácil es hacer que alguien se sienta por un momento feliz ... con tan poco!

Por favor sonríe ... ¿no te sientes estrella? ... Yo ya te estoy sonriendo ...

Feliz semana.

Esta tartita es un bizcochoco hecho en un molde de barro antiguo en forma esférico (me lo dijeron Las Pacas), relleno de buttercream de chocolate blanco ... algo de lo más sencillo y sutíl, para los más exigentes ... para los que sin el chocolate ... estaríamos aburridos en este mundo.

Aquí mi gordita recién salida de la pelu, con su enorme sonrisota y flor en mano ... ¿es que nadie le va a sonreir ...?

Ummm ... ya si ... ya he visto un par de sonrisillas, de esas que asoman los colmillitos ...

Y la terminación de la tarta ... pues con más estrellitas, como no podía ser de otra manera.