Cuando me regalaron el curso de fondant con Mariló, no sabía el calibre de importancia que dicho curso tendría para mí. Como buena alumna he seguido los consejos de mi profe y he ido haciendo sus deberes, bien a modo de tutoriales, bien a modo de copieteo puro y duro (a mí me gusta llamarlo imitación). Para mí sus trabajos son los Rolex del diseño en tartas, cupcakes, galletas ... y mis trabajos son los Trolex ... jajajajjaa, nada que ver con los originales.
Tengo consentimiento previo de mi profe "Mariló", para publicar lo que en esta entrada va. La verdad es que nunca me ha puesto impedimento alguno, muy al contrario siempre lo que yo haga ... bien hecho está. Gracias Mariló, pero las ideas son tuyas y jamás podría publicarlas como mías ... aunque las haya hecho(copiado) yo.
He sido buena alumna y durante este verano me estoy dedicando a intentar imitar los modelajes que ella hace, a veces me recuerda a mi madre, delante de una revista de ganchillo intentando sacar esa puntilla que le gusta. Pues yo igual, pero con la pantalla del ordenador en imágenes concretas de esas figuritas que Mariló hace. Como todavía no tengo muchos tintes, pues me he tirado al barro mezclando tonos, y la verdad, muy mal no me ha ido. Un contrapunto muy especial ha sido el intentar trabajar fondant con este calor tan inmenso que tenemos, con aire acondicionado se reseca y le salen unas indiscretas grietitas (que son peor que vernos patitas de gallos alrededor de los ojos), sin aire se pega a las manos y ni modo de poder trabajarlo, pero yo dale que dale y prueba que prueba ... pero es que he descubierto un nuevo mundo de distracción en momentos de estresssssss.
Estas dos cupcakes se las regalé a los hijos de mi amiga Susana. En la flor lleva la inicial del nombre de su hija Paola y en la gorra de béisbol lleva la inicial del nombre de su hijo Gonzalo He pedido permiso a Susana para publicar el nombre de sus hijos, y su respuesta ha sido "... que por supuesto, que para ella es todo un honor". Gracias Susana, por esto y otras cosillas, tú ya sabes.
Cuando Paula me surtió de esas cajitas (de chuches) tan fantásticas (y que me sigue guardando por si alguna amiga quiere ...), consideré que es de ser bien nacido, ser agradecido y le llevé estas otras dos.
He de decir que Paula las expuso en la vitrina de su quiosco y entre mucha de la gente que le preguntaron por "las magdalenas" llegó una familia que le ofreció hasta diez euros por la osita sentada en la estrella. Ella nada más que sabía decir "no se vende, es un regalo", "lo siento no está en venta", " ... no, no, no, ni cinco, ni siete, ni diez, lo siento no se vende...". Creo que en vez de ofrecerle un detalle de agradecimiento, le di una tarde llena de negativas y algún que otro dolorcillo de cabeza. Lo siento Paula no era esa mi intención.
Mariló ahí va parte de mis Trolex, espero no haber desmerecido tus creaciones.
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