He descubierto que a la hora de regalar una tarta, he tenido que cuestionarme muy y mucho sobre lo que esa persona representa con su compañía.
Algo sencillo, sin mucha parafernalia, algo distinto y nuevo ... pero de siempre, algo gracioso que a la vez no sea chistoso, y se me ocurrió esta graciosa y sencilla mariquitita, todo un lujo de sencillez en medio de un campo de florecitas.
Esta tartita está hecha con fondant al modo tradicional con esencia de limón (tiene un sabor refrescante a pesar de lo dulce que es). Lleva dos bizcochos genovés, uno de 12 cm de diámetro (para el cuerpo) y otro en forma de corazón (para la cabeza). Está relleno de dulce de leche casero.
Los retos de esta tartita han sido varios, uno el calor, otro el teñir de nuevo en rojo y negro, ¿os acordáis de la experiencia del coche de Rayo McQueen? (quien lo haya probado sabe a qué me refiero), las antenitas, los ojos y la boca, todo ellos nuevos retos a los que ganar.
Las antenitas han sido las que, una vez tienes todo ideado ... vas al mueble y no tienes ( ... claro, daros cuenta que son las tres de la mañana, y como que las tiendas tienen el vicio de estar cerradas a esas horas). Veréis había pensado en esos espaguettis de sepia (color negros) extralargos (en forma de horquilla), que su curva sería aprovechada para dar más moviento a las antenitas; y como os contaba ... cuanto voy al mueble ... los había gastado y se me había olvidado ... "ayysshhh que coraje", después de tenerlo todo más que estudiado (que no repasado), no tenía. Osea que tuve que forrar espaguettis normales con fondant teñido en negro, dejar el forro lo suficientemente fino para que se pudieran diferenciar con la bolita final de las antenitas.
Los ojazos de la mariquitita ... fue otro de los retos, porque entre la hora, el calor, y con las ideas ya devastadas a causa de los espaguettis negros ... me vino a la mente una imagen de los ojos de Doña Rogelia ... jajajajaja, vi como esos ojos me miraban con esos párpados en rojo (Doña Rogelia no los tenía en rojo, pero es que la imaginación ... vuela), y no podía parar de reír según los hacía, y es ... que esos ojazos no paraban de mirarme ... me seguían y se burlaban de mis desatinos, porque claro al no tener los espaguettis negros tampoco podía ponerle unas maravillosas pestañas negras, bueno otra vez las tendrá.
Creí que durante este verano no iba a trabajar con fondant, por el calor más que nada, y cuál ha sido mi sorpresa el descubrir que a pesar de la dificultad que conlleva, a eso de las tres de la mañana ... algo se puede hacer con él. Aunque luego al levantar el día, ves que con el calor y el aire acondicionado le salen unas grietitas indiscretas, que hacen cuestionarte todo el trabajo de la noche anterior, pero como la destinataria de esta tartita no quiso reparar en semajantes grietitas ... quién soy yo para hablar de ellas, verdad?.
Margy, espero que os gustara, Felicidades.
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