Alubias contra el frío

¿Qué sentido tendría comprarse unas botas de agua, sin estar pensando en dar enormes y espectaculares saltos en medio de un gran e impresionante charco de agua?

Cada vez que hablo por teléfono con esos amigos de la infancia, recuerdo esas anécdotas que me hacen rememorar ... "lo trastillo que era". Pensar que todavía siguen vivos en sus mentes, mis piecillos inquietos ... me hacen bajar la cabeza y la mirada por vergüenza ... pero, también me arrancan esa sonrisilla traviesa, viéndome dentro de aquellas botas de agua, que siempre llevaban alguna raja en su cubierta y por la que se me mojaban los calcetines ... ¡qué felicidad, el poder sentir todavía, los pies mojados! ...

Así que pensando en aquellos días de frío y lluvia, se apetece el cuchareteo calentito, ¿verdad?, sólo es un sencillo plato de legumbres, pero vamos a ver cómo se hacen.

Ingredientes:
1/2 kilo de alubias blancas.
1 cebolla grande.
1 zanahoria.
1/4 pimiento rojo (en una pieza).
2 dientes de ajo pelados y enteros.
300 grs de costilla de cerdo troceado.
1 rabo de cerdo, troceado.
1 manita de cerdo, partido en 4 trozos.
200 grs de papada de cerdo troceada.
2 chorizos medianos.
1 morcilla.
50ml de aceite de oliva.
1 cucharadita de pimentón dulce (de la Vera).
Hebras de azafrán (en su defecto, colorante amarillo).
Sal.
Agua.

Preparación:
Poner las alubias en remojo en agua fría, la noche anterior.
Al día siguiente retirar el agua a las alubias y ponerlas en  una olla con agua a hervir. Cuando rompan a hervir, se les tira ese agua y se ponen en otra olla con la cebolla, zanahoria, pimiento, ajos, aceite, agua fría hasta cubrir y se sazona con cuidado ... ya tendremos tiempo de rectificar si estuvieran sosas.

Cuando rompa a hervir, echar la carne y el chorizo. Al hervir de nuevo, saldrá espuma en el agua que retiraremos con un colador o espumadera y dejaremos cocer a fuego lento hasta que las alubias estén blanditas, alrededor de 3 horas.

Ya están las alubias blanditas, tras haber transcurridos tres horitas a fuego lento ... hay que ponerles un poquito de mimo y paciencia, ¿vale?
Se prueba nuevamente de sal y se rectifica (si fuera necesario), ya que antes le hemos puesto poquita.

Sacamos los tropezones y lo desmenuzamos todo para que podamos comer sin tener que ir retirando huesos, aunque he de reconocer que así nos privaremos de ese lujo (de "chuperretear" los huesos de las manitas de cerdo). Añadimos la carne y chacina a la olla, de nuevo.

Por último cuezo la morcilla aparte y la añado en el plato a la hora de servir, porque en casa ... cada uno tenemos paladares distintos.

En esta ocasión las he preparado en una olla de barro, especial para vitrocerámica, y la verdad ... la comida ha salido de lujo.

Nota: Tendremos especial cuidado con la sal, sobre todo si modificamos algún ingrediente que sea salado como lacón o jamón.

Nota 2: Hechas del día anterior, ganan muchísimo en sabor, con lo que ya no será un inconveniente el esperar las tres horitas de cocción, porque las habremos hecho la tarde anterior.

Esta receta se la voy a dedicar a mis amigos de la infancia ... esos que se meten en mis sueños, cuando las cosas no van bien, esos que a día de hoy (donde quiera que se encuentren) conseguimos seguir contactados, esos que tienen la facultad de meterme en mis bellísimas y orgullosísimas botas de agua (que de hecho, recuerdo eran azules). 

Un besito a todos.