Macarrones con salmón y queso al eneldo.

Mi decimo quinta seguidora Pulgas, va a ser la que catará este riquísimo plato. Pulgita a pulguita se consigue un gigantillo, y esto es a lo que muchos intentamos dedicarnos ... a conseguir pulguitas de humildes y sencillos sentimientos para hacer un gigantillo feliz.

El martes cuando he fui a recoger a mis hijos al instituto (siempre los recojo una rotonda anterior a la de la puerta de entrada y salida, para no masificar dicha entrada), llega una señora con su gran coche, que atravesándolo delante del mío, se para ... de tal manera, que tan pegado lo dejó, que no me había manera de poder salir. Espero a que suban mis hijos y espero a que ella avance o aparque bien ... pero ¡sorpresa!, está hablando con la mamá del coche de delante y no sólo no avanza, ni aparca bien, sino que tampoco se da cuenta que está entorpeciendo al resto de circulación. Doy un pequeño toque de claxon y espero casi treinta segundos, pensando que la conversación de ambas mamás estaba llegando a su fín  y comprobando que no era así vuelvo a dar otro pequeño toque de claxon (quizás no haya escuchado el primer toque) y como después de otro minuto de espera compruebo que no está por la labor de cesar su conversación. El coche que tenemos detrás se percata de lo mismo y por señas decidimos intentar recular el coche llevándolo a un cruce peligroso de varias calles para que dicha señora no interrumpa su conversación. Cuando por fín ponemos en peligro no sólo las personas que llevamos en nuestros coches, sino los de aquellos que pudieran venir en otros, por sendas calles, al pasar al lado de la señora con gran coche, doy un último toque de claxo y en mi camino escucho a lo lejos ¡¡¡¡¡¡¡Quéééééééééééé!!!!!!! ... Sorprendida de nuevo, me doy cuenta que sí ha escuchado los otros dos toques anteriores, pero ...
Ahora reflexiono y pienso que dicha señora,  no había tenido la suerte de ser bendecida por algún alma humilde y sencilla. Quizás lo que necesitaba era, que en vez de darle un toque de claxo, me hubiese bajado del coche y acercándome al suyo, se lo hubiese pedido amablemente ... pero en ese momento me enfadé tanto que no he supe recapacitar, ... sin lugar a ninguna duda, en aquel momento yo también necesité de la bendición del mismo alma que ella,  para recapacitar y así actuar de un modo distinto, para obtener una respuesta distinta ... ayshhh, todavía me queda mucho por aprender.

Ingredientes:
250 grs de macarrones cocidos en su punto (al dente).
Agua y sal.
Una tarrina de queso de untar tipo philadefia (pongo el que tenga en casa).
Una bandeja pequeña de salmón ahumado.
6 palitos de mar frescos (los encuentro en la zona de refrigerados de la marca Pescanova, en Mercadona).
Eneldo.

Preparación:
Cocer los macarrones en agua con sal, reservándolos a falta de unos minutos para su cocción.
En una sartén poner a hervir el queso, una vez rompa a hervir se apaga el fuego y se añade el salmón cortadito, los palitos de mar y por último los macarrones anteriormente cocidos.
Se sirve y se espolvorea eneldo.

Nota: otro día lo haré con gambas y ya vemos qué otro toque le damos.