Este fin de semana me vino al recuerdo una historia, que aunque hoy me río de ella, si es cierto que en su momento ... sentí muchísima vergüenza y creí morir ... muerta moría.
Para situarnos me remonto al momento en que tenía 17 años, en un pueblo ... que medio milímetro más al oeste ... y sin lugar a dudas, nos habrían echado de España.
Recuerdo que estábamos a media tarde tomando un café (en una cafetería que por aquel entonces estaba en auge) con un grupo de amigos; unos de la infancia, otros de la adolescencia. Teníamos por norma encontrarnos alli las tardes de los fines de semana, porque era el punto de encuentro de los que volvían de estudiar de otras ciudades.
Concentrados en nuestras charlas (de ponernos al día en todo lo que nos ha ocurrido durante la semana), aparece el primo de unos de los componentes del grupo y empieza a saludar a todos los componentes familiares y a los que no nos conocía ... entre unos y otros nos iban presentando. Llega mi turno y al darle dos besos le digo: "Luismi, me alegro de volver a verte. ¿Dónde estás ahora?"
La respuesta de él fue "¿Que nos conocemos?"
-" Sí, desde que éramos pequeños y jugábamos en casa de tus abuelos con tus primos y tu prima?"
- "Lo siento pero no te recuerdo".
- "Luismi, soy Eva".
-"¿Eva, qué Eva. Aquella que estaba siempre sucia y despeinada, subida por todas las paredes y árboles, que montaba en bici como un marimacho ... aquella Eva?"
¿?, No sabía si decir si o no. No sabía si me estaba haciendo un cumplido o tal vez me estaba haciendo pagar alguna cuenta pendiente, que pudiera tener conmigo.
No voy a decir que de chica fuera una santa, que no lo era. No voy a decir que fuera la tranquilidad personificada, que tampoco lo era. No voy a seguir diciendo que no retara a todo el que podía a subir los árboles de la Iglesia, a escalar las paredes del campo de la Sra. X, que lo hacía. No voy a dejar de decir que no me peleara con los que consideraba que hacían daño, porque me consideraba la defensora de todos los demás (aunque fuera la más chiquitilla). No voy a seguir diciendo que retaba a saltar las zanjas de las calles; en las que me abrí el pómulo y la ceja izquierda. Tampoco voy a dejar de decir que todos los días correteaba, corral arriba, aquel gallo que me hacía la vida imposible, dia tras día. Como no voy a dejar de seguir diciendo que era muy feliz y me sentía (y siento) como esa Heidi, despreocupada de llevar las manos limpias, el pelo recogido, y la ropa limpia (tal como me la había puesto por la mañana, mi madre). Pero es que tengo una muy buena excusa, ¿quién podría negarse día tras día, hora tras hora, a los retos de un pueblecito de doscientos habitantes, donde las paredes de piedra, los caños llenos de agua (donde bebía todo el ganado del pueblo), esos árboles llenos de ricos frutos (tanto en invierno como en verano), ese Fuerte al fondo del pueblo, donde sus historias eran rememoradas tarde tras tarde por mi abuelo? Pues bien todas esas pequeñas cosas eran de las que yo disfrutada, no teníamos agua corriente, tampoco lavadora, no teníamos televisor, no teníamos nevera ... pero si teníamos a mi abuelo todas las noches contándonos bellas historias de su vida de pastor, si recuerdo con añoranza cuando la Tata Isabel visitaba nuestro hogar, era un honor tenerla de visita, también esos momentos de chimenea con olor a patatas o castañas asadas ... qué bellos recuerdos son los que han vuelto a inundar mi mente de una enorme felicidad.
Quizás aquel chico me recordará "por siempre" como la chica desaliñada que recorría las calles del pueblo en su bicicleta azul. Pero si en aquel momento me cuestioné "¿qué es lo que realmente estaba pensando de mi?". En este momento reflexiono sobre la infancia tan feliz que tuve, los sentimientos tan honestos que tenía ... y todos esos valores que aprendí (que desarrollan mucho de la persona que hoy soy), en un hogar carente de muchas necesidades básicas. Por supuesto siempre gracias a mis padres y abuelos, que de alguna manera supieron de hacer de mi, un ser feliz.
Seguro que habrá alguien que haya tenido una mañana de esas de locos, en las que sales de casa con una intención y según va avanzando la mañana ... la cosa se va complicando hasta el punto que llega la hora de hacer la comida y te encuentras con ... ... "A ver Eva, tengo un caldo de brick, que con un tarro de garbanzos y unos fideitos, ya tengo la comichuelilla hecha. Perooooo no me quedan garbanzos, ¡Adiós! Bueno si le pongo un tarro de judiones con bacon, los choricitos frescos que me traje de Fuengirola, unas hebritas de azafrán, pimentón de la Vera, y si veo que no queda lo suficientemente espeso con dos puñaditos de arroz ¡Tengo una comida en un momento!" Dicho y hecho.
2 litros de caldo Gallina Blanca.
2 tarros de judiones de la granja.
1 paquete de bacon en dados.
10 choricitos frescos.
Unas hebritas de azafrán.
1/2 cucharadita de té, de pimentón dulce de la Vera.
2 puñaditos de arroz.
Sal opcional y al gusto.
Preparación:
Poner a hervir el caldo.
Enjuagar muy bien los judiones, hasta que se le haya quitado toda la espuma.
Añadir al caldo hirviendo los judiones, el bacon, los choricitos frescos, las hebritas de azafrán y el pimentón.
La sal es opcional y al gusto, porque el caldo ya lleva sal, los choricitos y el bacon también.
Echar dos puñaditos de arroz y esperar que se haga el arroz (a mi me gusta hecho pero entero, no pasado).
Nota: Sé de sobra que no tiene nada ver con los potajes de nuestras abuelas, pero con el ritmo de vida que llevamos hoy en día, no vamos a dejar de disfrutar de unas buenas legumbres y un platito de comida caliente en condi ... ¿verdad?
En dos minutos, te has hecho un recetón!!!!!
ResponderEliminarSi te dan 3 horas, que nos preparas???
En cuanto a tu infancia, tu sí que has sabido pasártelo bien!!! Seguro que Luismi te tiene envidia!!!
Besitos!!!!!!!!!!!!!!!!!!
María hay un refrán que dice (o algo así...)"La mente que se aprieta, discurre que rabia", y en dos minutos rabió de lo lindo, jajajajja.
ResponderEliminarTodo es fruto de la casualidad, las prisas y de retalillos que tenía en casa.
Bien sabes tú de todo esto, con todo lo que preparas.
Y en cuanto a mi infancia ... ¿quién es Luismi?, jajajajja.
Xtos simpática.
holaaaaaaaaaaa, estos judiones los probé cuando fui a Avila, que ricos en cada plato entran 8 pq son tan grandes jaajja, te ha quedado una pinta riquísima. Mar
ResponderEliminarGracias mar y bienvenida al blog.
ResponderEliminar¿8 en cada plato?, parecerían albondigotas, verdad? jajajajaja
Pinta riquísima y de sabor ya ... ni hablamos.
Gracias por tu comentario y visita, te espero.
Xtos xula.
Pero Heidi ¿y como es que tienes un blog maravilloso y yo sin enterarme...?, no tengo perdón.... por perderme todas estas cositas tan ricas... si es que está una aquí porque tiene que haber de todo..jajaja. Por cierto los judiones tienen una pinta buenísima....a mi
ResponderEliminarmarido le encanta.
besitos.
Las Pacas ... ¿Cucú...?, ¿Trastrás ...?
ResponderEliminarPero con lo que cotilleo yo en tu cocina. Si ando por ella, casi como por la mía ...
Espero que le guste a tu marido, al mío le pirran, y la verdad, como plato para una de esas mañanas "entrañables ..." está muy bien.
Xtos familia y rebienvenida.
Hola wapa muxas gracias por la visita ,he estado dando una vuelta por el blog ,me encantan las cosas que haces y seguro estan ricaaaaas ricaaaaaas como estos judiones que tienen una pinta impresionante.
ResponderEliminarBicos mil wapa.
Nenalinda, gracias a ti y Bienvenida al blog.
ResponderEliminarEspero te gusten los judiones, están ... muy buenos.
Xtos xula.
WENOOOO... Esta historia me suena un poco....jejeje. Aaaa una cosa, me han hablado de una sopa de ajo, tu lo has hecho alguna vez??..besitoos
ResponderEliminarFáti, no puedo llegar a saber cómo te puede sonar la historia, jajajajja.
ResponderEliminarCon respecto a la sopa de ajo, hay varias formas de hacerlas,entiendo que cada zona tendrá un modo diferente de hacerla. Yo conozco la sopa de ajo castellana.
La haré y la publicaré.
Y si tú conoces otra distinta, me lo dices, la hacemos y la publicamos ¿vale?
Xtos gorrrrrdos xula.
okey.. Es que me han hablado de una receta, pero era la primera vez que he escuchado hablar de la sopa de ajo, la verdad es que tiene que estar buena...jejej
ResponderEliminarpd: ya se escribir el nombre en?? te has dado cuenta..no?? jejej
Fáti, ¿cómo me voy a dar cuenta con lo superdespistadiiiiiilla que estoy? ...(que no es lo mismo ser que estar, vale?).
ResponderEliminarXula cuando quieras quedamos y hacemos una sopita de ajo.
Por cierto si tienes aquel famoso proyecto de Word de cocina mío, creo que ahí también estaba.
Xtos xula.