GULAS CON PATATAS A LO POBRE

La receta de hoy se la voy a dedicar a María Alonso, mi décima seguidora, porque una vez habiendo visto su blog estoy casi segura que le va a gustar tanto a ella, como a su rebaño.
¿Por qué creéis,sino, que María le puso "Rebañar hasta acabar" a su blog? Por que todo lo rico que pone en los platos de su rebaño, no se levantan hasta que han acabado ...
Todo es pura conjetura mía, y cualquier parecido con la realidad ... seguro es real.
María perdona la broma. Xtos xula.

Os voy a contar la segunda de las historias que metí en la maleta de nombre Mojácar, la primera ocurrió en el minuto 1 desde la recepción de entrada al hotel, la segunda ya ocurrió a las 3 horas de estar alli.

Una vez instalados "por segunda vez", comidos, dormidos y vestidos de nuevos nos dispusimos en visita turística a recorrer los alrededores, en primer lugar visitamos Garrucha, con su paseo marítimo lleno de puestecillos para la venta de todo tipo de artilugios, desde bolsos, abanicos, relojes, fulares ...

Andando, andando y más andando llegamos a un Supermercado de esos tan conocidos que llenan nuestros pueblos, y que cuando nos movemos de uno a otro parece que ya no sabemos comprar si no hay uno de ellos. Hacemos nuestra compra de bebida, chuches y frutos secos para poder ver el espectáculo desde la terraza de la habitación, y en la cola de caja ... la cajera me mira ... me sonríe, avanzamos en la cola, la cajera vuelve a mirarme y sonreirme (yo pensaba "eah, qué simpática y atenta es esta niña, si por donde voy siempre encuentro gente apañá"), avanzamos de nuevo en nuestra cola y la cajera vuelve a mirarme y vuelve a sonreirme (yo seguía pensando "además de apañá es guapa y tiene unos ojazos preciosos la niña ...").

Por fín nos toca el turno y cuando me dice el precio de la compra vuelve a mirarme, me sonríe y me pregunta: "¡Hola!, ¿qué tal, cómo estás?"

... Claro con evidencia de que mi cara debía de ser un poema le contesto "Bien, gracias"

... Vuelve a sonreirme y me pregunta de nuevo "¿Todo bien? ... ¿Estás mejor?".

Evidentemente aquí el poema de mi cara pasó a ser poesía y entre cara, tono de sorpresa y admirada le contesto "¿¡Siiiiii!?".

Mi mente como máquina cogida "in fraganti" empezaba a repasar rápidamente de dónde podría conocerla (Aysshh dios mío, que parece ser que la conozco y no sé quién es ... y seguro me conoce porque no para de sonreirme ... ay por favor con lo despistada que yo soy, ya me han cogido otra vez en braguitas, ¡qué vergüenza!).

Me mira fijamente y me dice "Yo te conozco, ¿no estuviste ayer aquí?".

Con mucho cariño y una sonrisa muy grandota le digo: "Noooooo".

Pregunta de nuevo: "¿Seguro?" (aquí parecía empezar a tener sentido para ella, las sorpresas de mi cara).

Le contesto "Si, seguro".

Alude ella insistente: "Siiiiiiii, estuviste aquí ayer por la mañana ..." .

Ya con cariño y pena en la voz le replico "Noooo, acabamos de llegar hace un par de horas de viaje y venimos de Benalmádena ... creo que no nos hemos visto antes ... pero tengo que decirte que es un placer conocerte"

... Aquí ya mi amiga cajera con cara de asombro me responde "Ahhh, pues vaya ... gracias".

Mi marido y yo salimos sonriendo del supermercado mientras me decía "Chiquilla, que no podemos llegar a un sitio que no hemos visitado nunca y ya empezar con los amigos ... que no podemos ir de visita sin que nadie te conozca ... jajajajaja"

Hoy plato en salado supersencillo y exquisito. Los ingredientes son pocos y de esos que todos tenemos en casa, sino en el frutero casi seguro en el congelador, por si ...

Ingredientes:
Aceite de oliva.
500 grs de patatas.
3 dientes de ajos picaditos en láminas.
1 paquete de gulas (descongeladas).
2 huevos.
Pimentón molido.
Sal.

Preparación:
En una sartén honda poner el aceite de oliva a fuego medio-suave (mi vitro tiene del 1 al 6, siendo el 1 el más fuerte de calor, lo pongo en el 4).
Mientras se calienta el aceite, pelamos las patatas, las cortamos en rodajas finas (que no finitas) y pelamos los ajos.
Cuando el aceite esté caliente añadimos las patatas y dejamos que se vayan haciendo al 4 a fuego medio suave.
Cuando estén hechas (entre fritas y pochadas), le ponemos los ajos laminados y cuando estén doraditos, quitamos el aceite excedente de la sartén e incorporamos las gulas, con cuidado de no romper las patatas  al moverlas para que se vayan haciendo.
En un mituto se podrán poner los huevos encima para que se cuajen.
Una vez cuajados los huevos, se sirven y aquí es donde los sazono además de ponerle un punto de pimentón de la Vera (que si fuera semipicante ... como que tampoco le iría nada mal).
Y listo para tomar.

Nota: esta receta se puede servir como tapa, poniendo encima un huevo de codorniz encima, en vez de uno de gallina. Como entrante en una comida de amigos está estupenda para ir abriendo el apetito ...
La receta me la paso mi amiga Loli, esa que dice que cuando lleva puestas las gafas de sol, no le hable ... porque con ellas, no me escucha ... ¿?