Buttercream de chocolate blanco

Ratita Golosa gracias por ser mi decimo segunda seguidora, creo que esta receta te va como anillo al dedo, por como eres, y por lo que esperamos de ti y por lo que recibimos de ti ... todo sorprendente, como no podía ser de otra manera.

Bien sabes que muchísisisisisiisimas gracias guapa.

Hablando de la ratita, antes de ayer fui a una revisión de esas a las que no nos gusta ir ... en la consulta había revistas para mujeres que iban a ser mamás y como los cotilleos no me interesan mucho ... me puse a otear una de estas, porque como le dijo mi madre al médico (cuando a mi hijo no se le caía el ombligo): "Mire usted doctor, es que entre ella que no sabe (esa era yo), y yo que no me acuerdo ... pues ...". Pues eso que me puse a mirar esa revista llena de lindos, sanos y rollizos bebés , voy pasando y leyendo ... entre lectura y lectura voy reflexionando y repasando cómo y cuántas veces hemos fallado en la educación de nuestros hijos, pero claro ... cuando nuestros hijos nacieron ninguno de ellos traía un libro guía de educación ... ahora (como decía mi madre) sigo sin saber y qué difícil me resulta encontrar la salida adecuada a cada problema.

Seguía pasando las páginas y veo una en la que hay un laberinto sencillo para niños. Pienso: "¡qué adelanto si yo hubiera podido tener estas técnicas de ayuda para mis hijos ... pero ahora ya son mayores!.

Yo seguía haciendo los laberintos como niño (que claro para mi, eran fáciles). Eran para niños menores de seis años.

Hasta que llegué a este gran laberinto en cuyo enunciado te pide que el ratón encuentre su porción de queso (en el primer laberinto la porción pequeña), y en el segundo laberinto te invita a una porción de queso más grande, debido a su complejidad.

Yo miraba y remiraba el laberinto ... la falta de sueño, está haciendo estragos en mi visión ... quizás no me haya fijado bien ... voy a mirarlo de nuevo ... caramba, tan difícil no debe de ser, está hecho para niños de seis años y yo con treinta y ocho ... me las estoy viendo  para poder resolverlo ... ¡claro, no puedo comerme el trozo de queso grande! yo me tengo que conformar con el pequeño ... Aysshhh ¡qué egoista soy!

Volviendo a "intentar" encontrar la solución al laberinto hecho para niños de seis años ... me digno a hacerle una foto y ponerla aquí ... para ver, ¿quién es el listo de siete años que encuentra la solución?, porque yo ni con seis ni con treinta y ocho ... la he encontrado.

Gracias a esa empatía, que hace mucho tiempo practico ... me pongo en el lugar del niño intentando quedarme con la porción de queso más grande, y sin una mami a mi lado que a golpe de vista pueda decirme "Este laberinto no tiene solución, se le han olvidado abrir una puertecilla al ratón para que pueda salir en busca y captura de su gran trozo de queso ... "y claro, yo considerándome más mayor de seis años, no tengo a esa mami que me verifique mis miedos ... "no ser capaz de resolverlo", "pensar que la vista ya me está fallando", "que confío tanto en mis cualidades infantiles ... que subestimo mis cualidades de adulto ... y no sé si lo estoy haciendo bien ... por eso tengo que volver a repasar, revisar lo que ya he hecho en varias ocasiones..." .

Hasta que afronto con decisión mis temores "de no ser capaz de ..." y me doy cuenta que no hay solución, y que por fín con treinta y ocho años he sido capaz de resolver, lo que con seis descubrí a simple vista ..."

Al fondo se escucha una voz dulce que menciona mi nombre, me mira con mirada cómplice de quererme regañar por no visitarle en dos años ... recojo todos esos laberintos interiores que me impiden acudir a Paco (mi médico), sonrío, levanto la mirada y me dirijo con simpatía hacia esa voz ... que en cuanto cierre la puerta ... me felicitará por haber sido capaz de pedir cita y además acudir a ella ...

Esta receta es de Mariló, pandulcesyotraspalabras.

Hace muchísimo tiempo que tenía ganas de hacerla, desde que la leí en su blog, y por fín hoy ha llegado el día y el momento.

Como todo lo que nos orienta Mariló no me ha sorprendido el sabor, espectacular, como nos aseguró, con las cantidades adecuadas y de textura cremosa.

La he utilizado para rellenar una tarta de fondant, y el resto lo congelaré.

Eso sí, aconsejo sacarla del frigo antes de extenderla, pues como lleva mantequilla al estar en el frigo se endurecerá y nos será más difícil manejarla.

Ingredientes:

150 gramos de mantequilla a temperatura ambiente (la he comprado en Lidl).
225 gramos de azúcar glass (comprada).
120 gramos de chocolate blanco derretido y templado (he utilizado en gotas, comprada en MaKro).

Preparación:
Batir la mantequilla con el azúcar glass muy bien durante al menos 10 minutos en un batidor eléctrico.
Tiene que tener una consistencia de crema.
Añadir poco a poco el chocolate blanco derretido, pero cuidado, que no esté caliente. Al principio parecerá que queda con pequeños grumitos, que al seguir batiendo desaparecerán.
Y listo para usar.

Nota: He hecho el doble de cantidad y he tenido para dos tartas, es decir que con las cantidades de la receta, hay para rellenar cómodamente una tarta.